"Yo, mi, me... contigo" de David Safier

Después de lo que me gustaron los dos libros anteriores de este escritor alemán, "Maldito Karma" y "Jesús me quiere", no pude resistirme a la tentación de comprarme este nuevo libro suyo en cuanto lo vi en una libreria. Creo que todas las novelas de David Safier son muy frescas y tienen un argumento bastante original, las cuales te hacen pasar un buen rato y te sacan alguna que otra sonrisa.

La protagonista de esta historia es Rosa, alemana, treinteañera, profesora de un colegio de primaria de lo cual no está muy contenta ya que su gran sueño sería ser escritora, sobretodo escribir musicales, con un físico que está en la media del resto de mujeres treinteañeras, y soltera y sin compromiso a causa de un pequeño desliz que tuvo con el profesor de gimnasia del colegio donde trabaja, con la mala suerte de que Jan, su pareja en ese momento, los pilló besandose al salir de una fiesta que organizaron en la escuela. Para más inri, dos años después de ese desagradable incidente, Jan le invita a la boda con su nueva novia, Olivia (tremendamente perfecta). Con el único que puede desahogar sus penas es con Holgi, su amigo homosexual que no duda en perderse una buena fiesta donde poder conocer a chicos interesantes para quedarse de paño de lágrimas de Rosa. Ella sigue enamorada de Jan, cree que es su alma gemela y Holgi le sugiere que para olvidarlo lo mejor son encuentros esporádicos de una noche. Rosa decide quedar con Axel (el causante de la ruptura entre ella y Jan) y van al circo. La velada no acaba como ellos esperaban y Rosa decide acercarse a la carabana del hipnotizador Próspero para preguntarle como hace el truco que ha llevado a cabo en el circo. Unas cosas llevan a otras y Rosa acaba sentada delante de Próspero, con un péndulo dorado balanceandose delante de sus ojos. Antes de perder la conciencia, Próspero le dice que no volverá a ser ella misma hasta que no encuentre que es el amor verdadero. Cuando vuelve a abrir los ojos se encuentra en medio de un duelo con el cuerpo de William Shakespeare. Se ha transportado al siglo XVI!! No le será nada facil hacerse con el cuerpo de un extraño y en una época tan diferente a la actual.

Como siempre David Safier nos hacer reir con una novela ingeniosa. A quien no le gustaria viajar al pasado para ver como se vivía en épocas anteriores? Y encima si es en el cuerpo de un personaje tan conocido mundialmente... Rosa y William pueden hablar entre ellos, y las conversaciones que mantienen no tienen desperdicio. Estos dos son los que nos cuentan la historia, en primera persona cada uno. Para distinguir cuando habla uno del otro, el tipo de letra cambia y en este caso es William quien cambia y la letra es en cursiva. Al principio los dos no se llevan muy bien, y tienen diferentes opiniones e intereses (normal, la situación es bastante rara) pero después de pasar varias anécdotas juntos y salvarse por los pelos de morir de la forma más estrafalaria, consiguen cogerse cariño el uno al otro.

En esta aventura en busca de lo que es el amor verdadero, aparecen personajes tales como la reina de Inglaterra, que le pide a Rosa-William que la ayude en su conquista de Irlanda haciendo de celestino entre el conde Essex y la condesa María, la cual está de luto por la muerte de su hermano y no quiere saber nada de los hombres hasta pasados siete años. También está el amigo de William, Kempe, el cual ha salvado varias veces a William de la muerte, no duda en hacerlo más veces si hace falta y al que le gusta visitar los burdeles y hacer rimas malsonantes con el nombre de las prostituas, cosa que a Rosa no le hace ni pizca de gracia. Y faltan los malos de toda historia, en este caso los espias españoles, que no quieren que Inglaterra gane a Irlanda y amenazan a Rosa-William con ahorcarlo si ayuda a la reina. Pero en que lios se metia la gente en el siglo XVI!!

De una manera divertida, fresca y con alguna alusión a personajes, lugares o situaciones conocidas por todos, David Safier nos entretiene durante un ratito con esta historia de lo más original, que sabe a poco porque se lee en un suspiro y que nos hace olvidarnos por un momento de nuestras preocupaciones. Además, como en todas las obras de Safier, esta novela también tiene una pequeña moraleja, relacionada con el amor hacia uno mismo. Espero que la leais y así descubrais a estas dos almas compartiendo el mismo cuerpo. No tiene desperdicio!