La historia comienza en el año 1852. Por un lado está Helen, una institutriz afincada en Londres que ve un anuncio de la parroquia donde se buscan mujeres jóvenes que quieran contraer matrimonio con hombres de buena posición en Nueva Zelanda. A sus 27 años, cree que en Londres no podrá encontrar al hombre que quiera casarse con ella, así que decide emprender la aventura y viajar a ese país desconocido en busca de la felicidad. Por otro lado está Gwyneira, una joven de 17 años que vive en una gran granja de Gales. Un día aparece un criador de ovejas de Nueva Zelanda para negociar con el padre de ella y acaba llevandose las ovejas que queria y a Gwyneira como prometida de su hijo Lucas, que la está esperando en las llanuras de Canterbury. Las vidas de Helen y Gwyneira se cruzan durante el trayecto en barco hacia las tierras de ultramar. Las dos van en busca de un destino que no saben si les gustará o no, pero que es el que les toca vivir. A partir de ahí, la autora nos explica todas las aventuras que pasan estas dos mujeres en esas preciosas tierras que componen la isla de Nueva Zelanda.
A rasgos generales la historia me ha gustado mucho. La forma de narrar de Sarah Lark me ha parecido muy entretenida y a pesar de que el libro cuenta con más de 700 páginas no se me ha hecho nada pesado y me lo he acabado enseguida (para mi, leerme un libro de 700 páginas en una semana es un mérito) ya que no podia parar de leer para saber que les ocurria a los personajes.
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| Fiordland |
La historia se centra en las vidas de Helen y Gwyneira, en como consiguen hacerse un hueco en unas tierras tan lejanas a sus hogares. Reconozco que tanto una como la otra tienen mucho valor al embarcarse en una aventura como la de ir a casarse con un hombre al cual no han visto nunca (supongo que en la época en la que está ambientado no era tan descabellada la idea, pero en los tiempos que corren y en la sociedad en la que vivimos, no creo que haya nadie que se case sin conocer a la otra parte de la pareja...). Me ha gustado mucho el personaje de Gwyneira, mucho más que el de Helen, ya que Gwyneira es más aventurera, más alocada y no está conforme con los roles que la sociedad le imponen. En cambio Helen, es muy estricta consigo misma, muy seria e incluso puede llegar a ser aburrida... A los que he odiado son a Gerald (suegro de Gwyneira) y a Howard (marido de Helen). Son dos personas que se odian entre sí, y hacen que todo el mundo a su alrededor tenga que odiarse sin saber el porqué de ese sentimiento mutuo.
El final del libro me ha gustado mucho. Creo que es un buen final, y al contrario que en otras opiniones que he visto, no considero que haya intentado correr para crear un final perfecto, sinó que al principio va lentamente para ponernos al corriente de la historia y los personajes, y al final va contando a grandes rasgos lo que le sucede a cada uno de ellos. He creido leer por ahí que este es el primer libro de una saga, a mí me parece que este final ya está muy bien, aunque si sale una segunda parte, me lo leeré encantada.
Una pega que le pongo al libro, y no es a la historia, sinó que supongo que es culpa del traductor o de la editorial, es que sobretodo a partir de la mitad del libro, hay bastantes faltas de ortografia y se equivocan dos o tres veces a la hora de poner el nombre de un personaje. A pesar de ello, es una lectura agradable que recomiendo a todo el mundo. Desde que me lo he leido, no paro de imaginarme esas llanuras de Canterbury o los lagos de Fiordland... Ay, lo que daría por poder viajar allí...
Porque es un libro que habla de sagas familiares, lo cual me encanta, porque me ha hecho imaginarme esos preciosos paisajes de Nueva Zelanda y porque me ha descubierto la cultura maorí le pongo:
