"El taller de los libros prohibidos" de Eduardo Roca

Sinopsis: Colonia, albores del siglo XV. Aires de reforma y cambio azotan una Europa gobernada aún por las supercherías y las viejas creencias. La difusión del saber está en poder de unos pocos. Sin embargo, a un pequeño grupo de sabios y eruditos que se reúnen en la más absoluta clandestinidad les une una ambición común: la transmisión cultural entre el pueblo. ¿Cómo? A través de los libros. Pero antes habrán de salvar las reticencias de la Iglesia –que no desea que obras “peligrosas” como los Evangelios lleguen al vulgo- y la de los nobles –que no quieren perder sus privilegios-. Solo un hombre, un modesto orfebre llamado Lorenz, ayudado por su hija, será capaz de afrontar el desafío. Aunque el precio que podría pagar por semejante osadía es el más caro: su vida y la de todos aquellos que le rodean.

“El taller de los libros prohibidos” es la primera novela del escritor Eduardo Roca, un investigador y profesor universitario barcelonés afincado en Heidelberg (Alemania). Descubrí esta novela gracias al blog de Bookworm, en el cual colgó la reseña y le dio muy buena valoración. Si a esto le añadimos que el título incluye la palabra libro pues se me hizo irresistible no hacerme con la novela.

Imprenta antigua

Cuenta la historia de Lorenz, un orfebre que trabaja en el taller de orfebrería de su suegro, el cual no lo aguanta porque le culpa de la muerte de su hija en un incendio. Desde ese accidente Lorenz ha perdido la fe, la esperanza en la vida. Por suerte tiene a su hija Erika, la cual le anima, le cuida y le apoya en todo lo que hace. El gran sueño de Lorenz es ser un gran copista, pero a causa de su “enfermedad” (ser zurdo) no puede acceder al pequeño mundo de los libros. A raíz de este impedimento, empieza a tener la idea de crear una máquina para poder copiar los libros de forma automática. Este invento no es de agrado de todos  y empiezan a aparecer en su vida personas que no están dispuestas a perder el poder que tienen sobre la población, como el arzobispo Dieter von Morse o el alcalde Heller. Pero también se cruzan en su vida personas que quieren que el conocimiento pueda llegar a todo el mundo, y luchan para que los libros no sean sólo objeto de los nobles. Gente como Johann Buckman (el librero), Yago (el comerciante) o Martin Wartgheit (el sacerdote de una pequeña iglesia) darán todo lo que tienen para que este próposito se cumpla.

A rasgos generales, este libro me ha gustado, la historia de cómo se creó la imprenta me parece muy interesante, de cómo la gente tuvo que luchar para llegar a tener lo que ahora tenemos nosotros, el libre acceso a la cultura, a los libros, que tanto nos gustan. Es una historia llena de amor hacia la cultura, hacia el conocimiento, pero también es una historia de avaricia, de egoísmo, de crueldad…  Está muy bien escrito, el autor sabe de lo que escribe y deja al final del libro, todos los cabos atados. El final me ha gustado, no me lo esperaba y me ha sorprendido gratamente.

Pero le veo algunas pegas que no me van a hacer ponerle una súper puntuación y es el hecho de que la lectura se me ha hecho muy lenta. La acción no empieza hasta bien pasadas las 300 páginas y hay momentos en los que tenía que volver a leer las páginas para saber exactamente lo que estaba queriendo decir el autor.

A pesar de estos pequeños inconvenientes, recomiendo el libro. Es una bonita historia de cómo se crearon los libros que ahora nosotros tanto queremos y con tanto mimo tratamos.

Foto imprenta: http://www.revistatara.com/tara_san_juan_09/2-editorial.htm